Importancia de la tecnología
La tecnología se refiere a la colección de herramientas que hacen más fácil usar, crear, administrar e intercambiar información. En el inicio de los tiempos, los seres humanos hacían uso de ella para el proceso de descubrimiento del mundo y evolución. La tecnología es el conocimiento y la utilización de herramientas, técnicas y sistemas con el fin de servir a un propósito más grande como la resolución de problemas o hacer la vida más fácil y mejor. Su importancia para los seres humanos es enorme porque les ha ayudado a adaptarse al entorno.
El desarrollo de alta tecnología ha ayudado a conquistar las barreras de comunicación y reducir la brecha entre la gente de todo el mundo. Los lugares lejanos se han vuelto más cercanos cada vez y en consecuencia el ritmo de vida ha aumentado. Las cosas que antes tardaban horas para ser completadas, se puede hacer en cuestión de segundos en la actualidad. El mundo es más pequeño y la vida es mucho más rápida.
Una parte integral de nuestras vidas
Los avances tecnológicos se han vuelto una parte esencial de nuestras vidas. Para entender por qué, solo basta con mirar a nuestro alrededor y ver que en todo momento y contexto estamos rodeados por ella; ya sea que estemos trabajando o descansando, siempre está presente para hacer nuestras vidas más sencillas.
Debido a su aplicación, nuestro nivel de vida ha mejorado, pues las necesidades se satisfacen con mayor facilidad. De manera general todas las industrias se ven beneficiadas por ella, ya sea la medicina, el turismo, la educación, el entretenimiento entre muchos otros. Además las empresas han crecido y se han hecho más eficientes, ayudando a la creación de nuevas oportunidades de empleo. La aplicación de la tecnología ha impulsado la investigación en campos que van desde la genética hasta el espacio extraterrestre.
Tomemos como ejemplo los dispositivos móviles: entre más rápido se mueve el mundo más avances tecnológicos se ofrecen. Las laptops se hacen más delgadas y más pequeñas, se vuelven más compactas cada año y ofrecen más capacidades y un rendimiento superior. Deben ser capaces de procesar una gran cantidad de información en una forma más rápida y concisa. Lo mismo sucede con los teléfonos, la necesidad de ser capaz de comunicarse en cualquier momento y en cualquier lugar se ha tomado como base para para crear el teléfono celular, que cada vez se fabrica más pequeño y tiene más características, juegos, entretenimiento y aplicaciones, hasta llegar al punto de ser casi como un ordenador de bolsillo. Por si fuera poco, su precio en el mercado baja rápidamente conforme se lanzan nuevos productos y se vuelve más accesible.
La importancia de la tecnología va ligada casi siempre a los usos prácticos que tenga
De hecho, una tecnología muy costosa, o muy complicada, no suele triunfar, porque su implantación es muy complicada. Es por eso que a veces tecnologías que parecen rudimentarias triunfan sobre otras mucho más ‘modernas’. Sea como sea, la tecnología suele estar en continuo avance, siendo en general el desarrollo práctico de nuevas ideas concebidas por las disciplinas científicas, y por tanto, va muy ligada al concepto de innovación.
En la vida de la sociedad moderna, la tecnología es algo indispensable. De hecho, la mayor parte de los esfuerzos científicos se centran en la creación de nuevas tecnologías que cubran las necesidades de la sociedad y consigan elevar el nivel de bienestar. Eso sobre el papel, porque no siempre la tecnología se usa con el fin previsto ni se diseña para mejorar la vida humana (existen excepciones importantes, como las tecnologías bélicas), pero siempre una tecnología cubre una necesidad. Sin necesidad no es precisa la tecnología, y por tanto, no será usada.
Ligado a las grandes necesidades de la humanidad, siempre han aparecido tecnologías de gran valor. Para la necesidad de comunicación humana surgieron el teléfono, la televisión, la radio, internet… Con las necesidades de salud, han surgido avances en cirugía, medicina general, análisis clínicos… Con las necesidades económicas han surgido nuevas tecnologías industriales, tecnologías de procesos, de extracción.. Y así podríamos seguir hasta el infinito, porque no existe ningún ámbito en el que la tecnología no esté presente: sea en el económico, industrial, social, político, científico, legislativo, educativo… etc, en cuanto permite una mejora del resultado final o una simplificación de los procesos intermedios. Muy asociado a esto se halla el concepto de BAT (Best Avaliable Technology), o mejor tecnología disponible, en español. En este término se basan muchos de los conceptos modernos de la ecología y la sostenibilidad, mediante la mejora continua de las tecnologías usadas en la industria para evitar la contaminación.
Este término anterior ha cambiado en los últimos años el antiguo concepto de tecnología como incrementadora del rendimiento final. Antes las nuevas técnicas buscaban directamente el mayor beneficio posible, sobre todo por ser desarrolladas en el 99% de los casos por y para empresas que buscaban un rendimiento económico. Los grandes problemas posteriores a la revolución industrial, incluyendo no sólo los sociales, sino los medioambientales, son un claro ejemplo de lo erróneo de ese planteamiento. Hoy en día se intenta no sólo incrementar la producción, sino que las nuevas tecnologías cuiden otros aspectos, como el social, el bienestar de los propios trabajadores o el beneficio ambiental.
Consecuencias de un mal uso
La tecnología moderna se ha convertido en una faceta importante de nuestras vidas y sin ella el mundo sería radicalmente diferente. A pesar de ello las desigualdades sociales hacen que aún haya muchas personas que no tienen acceso a ella.
Por otro lado, el desarrollo tan veloz de nuevos dispositivos, fomentan el consumismo, además el uso excesivo trae consigo repercusiones en la salud, como estrés visual, insomnio, sordera u obesidad, entre otros. Finalmente, pasar tanto tiempo navegando en nuestros teléfonos celulares y tabletas, nos desconecta de lo que sucede a nuestro alrededor y afecta nuestra relación con los demás.
El uso de la tecnología es inconmensurable y seguirá cambiando, basándose en las demandas de la gente y del mercado. Cómo la utilizamos determina si es bueno o malo, útil o perjudicial. La tecnología en sí es neutral, pero somos nosotros los que la hacemos buena o mala, con base en el uso que le damos.
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